PENSANDO Y ACTUANDO

EL ABISMO QUE SEPARA EL LADO DE OPINAR FRENTE AL DE ACTUAR MUCHAS VECES ES INMESURABLE, LA UNICA MANERA QUE PODEMOS REDUCIR DICHA DISTANCIA ES...

jueves, 18 de marzo de 2010

INSOMNIO Y SOLEDAD



Una fórmula insoportable a primera vista, ¿cómo poder esquivar dicho binomio en el que tarde o temprano el sujeto se siente emboscado?.

Llega de pronto la noche, los ruidos de la calle van disminuyendo, las luces se atenúan conforme las horas se hacen más obscuras, la recámara se hace más grande, la cama se acorta, las almohadas al principio frescas y suaves, terminan siendo piedras para un blanda nuca. No hay explicación racional para saber cómo es que el lugar que te ha dado tantas experiencias surrealistas a través del sueño profundo, ésta noche en especial te rechace, el silencio es más ensordecedor, la noche sigue en una avanzada sin retorno, los minutos corren a gran velocidad, pero conforme la noche madura pareciera que las horas llevan grilletes en los pies, el proceso se hace lento. Ahora resulta que el más mínimo ruido se maximiza, los ladridos de los perros vecinos son más continuos y resonantes, lo que parece distante lo sientes más cercano.

Ya van 2 noches contadas en el mismo viacrucis. Los sentidos se agudizan, las manos tiemblan con un ritmo esquizofrénico, los ojos a pesar de estar cerrardos en su contra, llegan a arder más que los recuerdos ansiosos de saber que hace tres noches atrás dormías sin esfuerzo alguno en cuanto te arropabas. Conquistar el sueño es ya una hazaña! Los ojos siguen abiertos, como esperando lo inesperado. Inventas remedios para dormir, nada funciona.

Me siento en la orilla de la cama, enciendo la lámpara en el buró, la luz blanca hace que la noche sea más cruda, tomo el cuaderno de notas, ya con la pluma entre los dedos trato de escribir algo, pero mis ideas son tan aceleradas que no le doy tiempo a mi mano de registrar algo en el papel amarillo. La guitarra recargada junto a la fría pared paga las consecuencias del insomnio las próximas 2 horas. Miro el reloj, ya marca las 4 am, me asomo por la ventana e intento arrullarme con el mecer del las ramas del árbol tenebroso de que se posa bajo la lámpara de la calle próxima. Me siento aprisionado por esas cuatro paredes.

Me he recostado nuevamente en mi cama, sin lograr por lo menos una alucinación de pre-sueño-semi-profundo. La siguiente hora les toca a los escritos de Fromm arrullarme en medio de la soledad, converso con Papini, un poco de Orwell no es suficiente, me pienso en la densidad de los actos del Quijote, me transporto a las batallas campales del Rey David y su valientes, la cura psicoanalítica de Freud no provoca transferencia; todos parecen fantasmas que ahuyentan mi sueño y que no son compañía para esta soledad, termino azotando los libros al suelo; irrisorio, ¡como si ellos fuesen culpables del calvario que me toca vivir en esta noche¡.

Retomo hoja, pluma y lámpara encendida, confiando en el silencio de la noche; recuerdo que estoy solo; levanto la mirada la que ni siquiera traspasa el techo de mi recámara. Escribo como un loco en su diario, como Winston siendo acechado por el Gran Hermano, como viviendo realmente en ese 1984.

Ya el reloj se ha adelantado, marcando las 6 am, un gallo y su canto esporádico me recuerdan que he pasado la noche en vela, ya cuando todo el mundo afuera de este cuarto se dirige a sus actividades del día parece ser que le gano la batalla a al Minotauro, le clavo la estocada en el rincón de Ordoñez, ha caído el animal absorto, la lidia de esta noche ha sido histórica, dan como resultado 30 páginas de prosa pura, 3 poemas con borraduras incontables, escritos que cuando se los muestre a Gabbo dirá que estas horas entre insomnio y soledad han valido la pena.

Hoy intento comprender que de vez en vez este dueto se tendrá que hacer presente, insomnio y soledad, silencio y obscuridad, para muchos una bestia con dos cabezas, para mí, un par de musas que a lo lejos tienen un aspecto terrorífico, pero ya que se instalan en mi recámara traen consecuencias indiscutiblemente celestiales…

Insomnio y soledad, soledad e insomnio, si bien sé que no estarán aquí para siempre, les sacaré el provecho necesario.

¿Cuándo volverán…?

ASC//asc

2 comentarios:

Unknown dijo...

Reconozco que mientras leída me estaba quedando dormido, no por los escrito, sino por la hora lejana: 1:41 am.
Es así como recordé, que el día tiene 24 horas y la noche también. Espero encontrarme en un breve momento esas musas...
Buen día compañero

CARBALHO dijo...

jajajaj,, yo pensé que por el escrito!!!

ya viejo no se desvele, andaba en el fifa con el saulo, pero ya aquí de regreso ya no te encontré...
saludos!!