PENSANDO Y ACTUANDO

EL ABISMO QUE SEPARA EL LADO DE OPINAR FRENTE AL DE ACTUAR MUCHAS VECES ES INMESURABLE, LA UNICA MANERA QUE PODEMOS REDUCIR DICHA DISTANCIA ES...

jueves, 30 de diciembre de 2010

NOCHES DE TERSURA


Que si estás o no llegas a estar, estrás, las circunstancias cierran puertas y otras las dejan de par en par.

El tiempo y el espacio han sido compartidos y hemos coincidido en las líneas de X y Y, ya sea con besos, caricias o miradas.

Tú me miras, yo te pago con la misma moneda, se entrelazan las pupilas con el matiz de la mañana.

La piel áspera de mis manos se enreda en la delicia y lo suave de las tuyas; mi cuerpo cual cóncavo, se inyecta de lo convexo con el tuyo.

Obscuridad de la noche me ha arropado, como tus brazos eternos en aquellos encuentros que permanecen efímeros en el tiempo, pero permanecen eternos en el recuerdo.

Tu boca suave, tus manos tersas y tu piel que se apodera de mis manos, dueño es tu aroma de mi olfato, te huelo y te percibo en el sueño más profundo de la madrugada.

Poesía que se extiende como tus caderas en mis ojos, que exploran y conquistan tus colinas, me atrevo a la aventura, apreciarte es mi anhelo, tocarte es atreverse a perderlo todo y ganar el paraíso; deleite que pinta lo efímero, la mañana amenza con traer la luz del sol que no deseo porque la luz de tu mirada me ilumina.

ASC//asc

martes, 21 de diciembre de 2010

LECTURA GUERRILLERA


En respuesta franca e idelista para todos aquellos que alguna vez me "llamaron la atención" por haber rayado (marcado) algunos libros, escudandose en la idea puritana del respeto, temor infundido en sus experiencias primarias, que ahora dejan huelas de la no posesi´ñon clara de autonomía en el pensamiento y en la acción; de igiual forma, la nota va dedicada para todos aquellos que combaten ideas con ideas y no permiten que cualquier tipo de idea insípida invada tan apreciables espacios cognitivos, desde las mismas entrañas del infalible Papini, una corta pero sustantiva aportación para esta noche de café y mate:

Todo libro es, en cierto modo un enemigo, un invasor, quiere sustituir otros pensamientos a los tuyos, pretende arrastrarte a pensar a su manera, etcétera. Por lo tanto, es preciso defenderse. Leer a mano armada. Y el arma más adecuada (entre los materiales) es un lápiz de color. Uno de esos lapiceros macizos de tronco hexagonal, con una punta azul y otra encarnada, y herir con él en las márgenes (zona más vulnerable) el libro que estamos leyendo, con largos trazos violentos, con despiadados puntos de exclamación, con insidiosos interrogantes, con flechas de franca desaprobación.

No todos los libros, claro está, merecen este trato guerrillero, pero sí aquellos que se tienen que leer a la fuerza, y los que deshonran a un escritor, y los que traicionan las promesas del título o de la fama, y aquellos, en fin, que se leen para que sirva de válvula de escape a los humores marciales.

ASC... desde Don Cangrejo, Habana Vieja. Cuba.