PENSANDO Y ACTUANDO

EL ABISMO QUE SEPARA EL LADO DE OPINAR FRENTE AL DE ACTUAR MUCHAS VECES ES INMESURABLE, LA UNICA MANERA QUE PODEMOS REDUCIR DICHA DISTANCIA ES...

martes, 8 de febrero de 2011

ACCIÓN EN DEFENSA DEL DESIERTO SAGRADO DE WIRIKUTA (SLP, MEX)


Es momento de defender nuestro patrimonio histórico, cultural y ambiental

La Sierra de Catorce y el desierto sagrado de Wirikuta, ubicados en el altiplano de San Luis potosí, así como sus tesoros biológicos y culturales, hoy se ven amenazados por la presencia de una poderosa empresa minera trasnacional que con modernas técnicas de alto impacto, destruiría el patrimonio ambiental y cultural de los mexicanos y daría un golpe fulminante al corazón de la tradición y cultura del pueblo Wixarika (Huichol). Enfrentamos hoy un destructivo mega-proyecto minero que se presenta como una falsa promesa de progreso. First Majestic Silver Corp, es una empresa canadiense especializada en la explotación de la plata. Los métodos de extracción y procesamiento del mineral hasta el momento contemplados para Real de Catorce son altamente contaminantes y nocivos con resultados irreversibles. De concretarse el proyecto se estarían violentando leyes nacionales y tratados internacionales. La compañía cuenta con 22concesiones, que en total abarcan 6 mil 326.58 hectáreas. El 68.92% del proyecto minero se encuentra dentro del Área llamada Wiricuta, que fue reconocida como Área Natural Protegida (ANP) en modalidad de sitio sagrado para el pueblo Wixarika por decreto del gobierno del estado, es decir, es territorio con protección ambiental y cultural. Otro punto de importancia es la inclusión de la Ruta Huichol por los Sitios Sagrados a la lista indicativa de patrimonio de la humanidad UNESCO.
El pueblo Wixarika se opone rotundamente a cualquier plan que pretenda atentar contra la vida, las tierras y sus recursos, razón de que año con año, desde tiempos inmemorables, peregrinan al que consideran como el lugar donde nació el sol y donde los dioses se encontraron para efectuar la primera cacería de venado, en cuyas huellas creció el peyote. Estas legendarias peregrinaciones representan un sistema de conocimiento basado en la naturaleza que da identidad a los huicholes. Con la erosión cultural que implicaría este proyecto, se perdería no solo una etnia angular del acervo mexicano sino también un amplio reservorio de conocimiento biológico ancestral sobre los ecosistemas desérticos del altiplano potosino.

A pesar de su pasado minero, hoy el pueblo no es rico y famoso por dicha actividad, si no por su belleza, historia y legado multicultural. Gracias a ello, es catalogado como un Pueblo Mágico por parte de la Secretaria de Turismo y considerado como tal por los visitantes de todo el mundo. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tiene catalogados a más de 250 edificios en la zona. Además, en la totalidad de la Sierra de Catorce se encuentran 52 especies de plantas con algún tipo de protección jurídica nacional o internacional. En el caso de la fauna, una especie de gran importancia, no solo que se encuentra en peligro de extinción, si no por ser emblema de nuestra nación es el Águila Real. La sierra de Catorce es sitio de anidación de la misma.

De acuerdo a un estudio realizado en este año por la Universidad de Guadalajara, de próxima publicación, la zona padece todavía las consecuencias de la minería del pasado. Donde hace más de 20 años que ya no se realiza explotación alguna, se encontró que todavía existen altos porcentajes de plomo, mercurio, cianuro y arsénico en casi todas las muestras vegetales, incluyendo el peyote, animales, e incluso de cabello humano. Especialistas afirman que se trata de una emergencia ecológica a la cual se le debería dar prioridad absoluta. Antiguamente, esta sierra estaba cubierta de frondosos bosques. El paisaje semiárido que se observa ahora es producto de la deforestación provocada en los últimos 250 años principalmente por las actividades mineras. Además, la demanda de agua que implica este tipo de proyecto, estaría condenando a Real de Catorce a desaparecer.

Hoy en día la empresa minera dice traer nuevas esperanzas de vida, sin embargo, el ejemplo su actuación en otros países demuestran otra cosa. Por lo general generan pleitos entre los pobladores, contaminan el medio ambiente, enferman nuestra gente, corrompen el gobierno y destruyen patrimonios invaluables http://salvemoswirikuta.blogspot.com/ los humanos. Se necesitan fuentes dignas de empleo y desarrollo, que no signifiquen perder a largo plazo. Es momento de emprender nuevos proyectos cooperativistas y ecológicos, generando así espacios de vida y trabajo mucho más humanos, más justos e igualitarios, donde la riqueza y derrama económica no sea para solo unos cuantos.
¡Sí a un desarrollo digno! ¡No a la destrucción del patrimonio planetario!

http://salvemoswirikuta.blogspot.com/

Atentamente
Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Hua`ja

El frente esta compuesto por las comunidades del pueblo Wixárika, habitantes de Real de Catorce, ejidatarios del municipio de Catorce, Organizaciones de Derechos Humanos y Organizaciones Ambientalistas. Asociación Jalisciense de Apoyo a los Grupos Indígenas AJAGI , representante legal, junto con Conservación Humana A.C. designados por el pueblo Huichol en defensa de Wirikuta.

viernes, 4 de febrero de 2011

EDUCACIÓN Y LA VISIÓN PLATÓNICA

El estado ideal está fundado en la educación, pues ésta es la posibilidad del buen gobierno, ya que se puede aprender a gobernar. A continuación expongo algunos detalles extraídos de la Republica de Platón, obra que más bien ha sido tomada como un legado político, dejando un lado la visión pedagógica ricamente trazada en el cuerpo de tan significante escrito.

Hay tres ideas importantes en el sistema de educación platónico. La primera, que la educación debe satisfacer a todos los requerimientos que trae consigo la naturaleza humana. La segunda, que la obra educativa debe proseguir mientras sea capaz de desarrollo el espíritu humano. La educación debe ser hasta donde se pueda, coextensiva con la vida humana, porque educar significa simplemente mantener alerta el espíritu; y solo por una concesión con la debilidad de nuestra naturaleza es por lo que de ordinario se restringe a los veinticinco primeros años de vida. La tercera idea es que son órganos de la educación todas aquellas cosas que ha producido la naturaleza humana en el proceso de su desarrollo: religión, arte, ciencia, filosofía y las instituciones sociales y de gobierno; al servicio de la educación deben estar todas las entes mencionadas.

ASC//asc

jueves, 30 de diciembre de 2010

NOCHES DE TERSURA


Que si estás o no llegas a estar, estrás, las circunstancias cierran puertas y otras las dejan de par en par.

El tiempo y el espacio han sido compartidos y hemos coincidido en las líneas de X y Y, ya sea con besos, caricias o miradas.

Tú me miras, yo te pago con la misma moneda, se entrelazan las pupilas con el matiz de la mañana.

La piel áspera de mis manos se enreda en la delicia y lo suave de las tuyas; mi cuerpo cual cóncavo, se inyecta de lo convexo con el tuyo.

Obscuridad de la noche me ha arropado, como tus brazos eternos en aquellos encuentros que permanecen efímeros en el tiempo, pero permanecen eternos en el recuerdo.

Tu boca suave, tus manos tersas y tu piel que se apodera de mis manos, dueño es tu aroma de mi olfato, te huelo y te percibo en el sueño más profundo de la madrugada.

Poesía que se extiende como tus caderas en mis ojos, que exploran y conquistan tus colinas, me atrevo a la aventura, apreciarte es mi anhelo, tocarte es atreverse a perderlo todo y ganar el paraíso; deleite que pinta lo efímero, la mañana amenza con traer la luz del sol que no deseo porque la luz de tu mirada me ilumina.

ASC//asc

martes, 21 de diciembre de 2010

LECTURA GUERRILLERA


En respuesta franca e idelista para todos aquellos que alguna vez me "llamaron la atención" por haber rayado (marcado) algunos libros, escudandose en la idea puritana del respeto, temor infundido en sus experiencias primarias, que ahora dejan huelas de la no posesi´ñon clara de autonomía en el pensamiento y en la acción; de igiual forma, la nota va dedicada para todos aquellos que combaten ideas con ideas y no permiten que cualquier tipo de idea insípida invada tan apreciables espacios cognitivos, desde las mismas entrañas del infalible Papini, una corta pero sustantiva aportación para esta noche de café y mate:

Todo libro es, en cierto modo un enemigo, un invasor, quiere sustituir otros pensamientos a los tuyos, pretende arrastrarte a pensar a su manera, etcétera. Por lo tanto, es preciso defenderse. Leer a mano armada. Y el arma más adecuada (entre los materiales) es un lápiz de color. Uno de esos lapiceros macizos de tronco hexagonal, con una punta azul y otra encarnada, y herir con él en las márgenes (zona más vulnerable) el libro que estamos leyendo, con largos trazos violentos, con despiadados puntos de exclamación, con insidiosos interrogantes, con flechas de franca desaprobación.

No todos los libros, claro está, merecen este trato guerrillero, pero sí aquellos que se tienen que leer a la fuerza, y los que deshonran a un escritor, y los que traicionan las promesas del título o de la fama, y aquellos, en fin, que se leen para que sirva de válvula de escape a los humores marciales.

ASC... desde Don Cangrejo, Habana Vieja. Cuba.

sábado, 20 de noviembre de 2010

RE-EDUCAR



En un reino lejano, abundaban las serpientes cobras. Los fakires las hipnotizaban y haciéndolas danzar se ganaban la vida. Un niño imprudente se creyó fakir y trató de encantar a los reptiles. Estos lo picaron, quitándole la vida. El rey al enterarse de esto, ordenó:”¡Desde hoy, bajo pena de muerte, se prohibe hipnotizar a las cobras!” Y es así como los fakires profesionales se murieron de hambre.


COMENTARIO.- El ser humano tiene niveles diferentes de desarrollo espiritual. Lo que es mortal para unos puede ser vital para otros. La prohibición nunca engendra una solución. Es mejor educar que impedir.

Tomado de: PLANO CREATIVO

lunes, 15 de noviembre de 2010

OLOR A INCERTIDUMBRE


La tarde paso sin respiro; me atreví al final de cuentas a meter la mano en el baúl de los recuerdos; ese baúl que en la esquina permaneció empolvado, rojizo e inmutado. Me desesperaba el olor húmedo que despedían los pedazos de lecturas, poesía y fotografías que hay guardaba, ni siquiera recordaba qué más permanecía en esa caja.

Me ahogaba por escribir prosa, poesía o una pavada; por juntar esos recortes de nostalgia como rompecabezas inmenso de la memoria. Imágenes en blanco y negro, otras grises afectadas por el tiempo, que le terminaron dando un toque de profesionalidad, adquirido por las simples circunstancias, circunstancias inútiles que transforman el presente en mero desquite del recuerdo.

El olor se hacía rancio en segundos, observa las imágenes que resaltaban, recuerdos y recortes de una vida incierta, de un pasado retratado, de voces que revivía en mi rezago. Viajes, visitas, notas y cartas; el tiempo había pasado, la vida se había detenido, sin intención de agravio, pero lo tomaba como rescate en el inmenso frio; fría el alma se quedaba al notar que el futuro avanzaba, avanzaba aunque aún no había llegado, había tomado un rumbo incierto, sin haberlo dilucidado; de algunas notas rescataba pedazos de recuerdos, nostalgias, lágrimas y versos, al hermano, al vecino, a mi madre y al desconocido.

La tarde desplegada un horizonte pardo como los olivos, un olor a cedros y viandas de vino, un sol candente que moría como las aves y sus nidos, el canto de un cuento sin sentido; la tarde se moría, el sueño reanimaba el camino seguido, un recorrido camino que se escondía en los bosques de ignominia; sin duda la vida ya no es la misma, no sé a dónde voy ni de dónde vengo, peregrino del recuerdo y esclavo de lo incierto. Cierro el baúl, y el aroma se apodera del recinto, huele a incertidumbres el recuerdo.

ASC//asc

IAMGEN DE: Zsolt Zsigmond

sábado, 16 de octubre de 2010

LUNA RUIDOSA


Este surge de esas noches en que la luna inspira!!

¿Qué sonido emite la luna cuando se eleva entre la negrura de la noche? Se preguntó el sujeto en cuanto tuvo consciencia de sí mismo, ¿qué sonido emite la luna cuando en ella, veo el reflejo del amor de antaño? Se pregunto nuevamente el peregrino. ¿Qué sonido expresa la luna, pieza lúcida poliforme, que me recuerda la sonrisa eterna de ese ser endiosado por mi ideal? Seguía preguntándose a sí mismo como soliloquio moribundo. ¿Qué sonido es este de la luna en mi interior que como latidos aumentan su ritmo conforme avanza la noche? igual que aquella noche oscura que deje de mirar sus ojos por seguir el camino de plata sobre el océano inmenso, en ese océano mismo del naufragio inseguro, inseguro de no poder abstraerme sino está ella, ella la misma que me dice que la luna es silenciosa y lo único que escucho es el murmullo recortado de su mirada, mirada profunda que calma trae a mi alma, alma quejumbrosa en la que se ha mutado mi ser, ser, intento de ser deshumanizado por seguir el murmullo de un luna silenciosa, silenciosa es tu sonrisa que ha callado, callado corazón el mío que solo mira la luna esperando el viaje eterno a tu guarida.ASC

jueves, 16 de septiembre de 2010

LACAN Y POLÍTICA PARTE 3 DE 3




No cabe duda de que se trata de un campo heterogéneo. La designación “izquierda lacaniana” no se refiere a alguna unidad o esencia preexistente que subyazga a todos estos diversos proyectos teórico-políticos. En un espíritu verdaderamente lacaniano cabría incluso declarar que la izquierda lacaniana “no existe”, es decir, que no se impone en el dominio teórico-político como positividad plena y homogénea. De hecho, paradójicamente, su propia división es la mejor evidencia de su surgimiento, pues, como es bien sabido, hay una sola prueba que puede revelar más allá de toda duda razonable si en verdad existe o no este campo: dondequiera haya una izquierda será inevitable la división entre la izquierda supuestamente “verdadera” y la “falsa”, entre los revolucionarios y los reformistas. Y al parecer esto es precisamente lo que ocurre en el caso de nuestra izquierda lacaniana. En el argumento de Andrew Robinson, por ejemplo, se enuncia la distinción entre una teoría política lacaniana “reformista” (Laclau, Mouffe y compañía) y una supuestamente “revolucionaria” (Zizek). No es sorprendente entonces que el significante “izquierda lacaniana” se deslice continuamente sobre sus significados potenciales. En tal sentido, hablar de él implica en parte construirlo, del mismo modo en que no es posible desligar ontológicamente el surgimiento de cualquier objeto de discurso del proceso performativo de su nombramiento.

He aquí entonces la pregunta crucial: ¿cómo debería tener lugar esta construcción? Está claro que el objetivo no consiste en acometer una suerte de ejercicio totalizador guiado por la fantasía de enunciar el nuevo fundamento de la teoría, la praxis y el análisis políticos. Aparte de pecar de inmodesto y políticamente ingenuo, tal objetivo resultaría contradictorio con la posibilidad de que este tipo distintivo de teorización lacaniana hiciera aportes útiles a nuestras exploraciones teórico-políticas. Si se la toma en este sentido, la “izquierda lacaniana” sólo puede ser el significante de su propia división, una división que no ha de reprimirse ni desmentirse, sino que, por el contrario, debe ponerse de relieve y negociarse una y otra vez como locus de inmensa productividad, como el encuentro –en el marco del discurso teórico– con el hiato constitutivo entre lo simbólico y lo real, entre el saber y la verdad, entre lo social y lo político. En su conferencia inaugural de 1953 en el Collège de France, mientras comentaba la posición socrática –posición que Lacan había elogiado–, Merleau-Ponty señaló enérgicamente que sólo esa conciencia de nuestro no saber nos abre las puertas a la verdad (Merleau-Ponty, 1988). Es así como deberíamos interpretar el célebre pasaje de Lacan en Televisión, que ofrece la condensación de diversas nociones de enorme importancia originadas en campos tan diversos como el de la filosofía (Merleau-Ponty es sólo uno de los casos que vienen a cuento), el de la teología (en especial la apofática, la vía negativa), y el de las matemáticas (incluidos Cantor y el teorema de Gödel): “Yo siempre digo la verdad. No toda, porque de decirla toda no somos capaces. Decirla toda es materialmente imposible: faltan las palabras. Precisamente por este imposible, la verdad aspira a lo real”.


asc//ASC


sábado, 11 de septiembre de 2010

LACAN Y LA TEORÍA POLÍTICA. PARTE 2 DE 3



SEGUNDA PARTE

Una experiencia similar marcó la conferencia de la Université Catholique de Louvain, el 13 de octubre de 1973, cuando Lacan sufrió una interrupción seguida de un ataque por parte de un estudiante que aprovechó la oportunidad para transmitir su mensaje revolucionario (situacionista). El episodio, filmado por Françoise Wolff, concluyó con este comentario de Lacan: “Tal como decía él, deberíamos participar... Deberíamos cerrar filas para lograr... bueno, ¿qué, exactamente? ¿Qué significa la organización sino un nuevo orden? Un nuevo orden es el retorno de algo que, si recuerdan la premisa de la que partí, es el orden del discurso del amo (...). Es la única palabra que no se ha mencionado, pero es precisamente el término implícito en la organización”.

De todos modos, las actuales iniciativas de explorar la relevancia que tiene la obra de Lacan para la teoría política crítica no se arraigan en la biografía de Lacan ni la presuponen (en el citado libro de Roudinesco y en Psychoanalytic Politics, de Turkle, hay más información biográfica que permite esbozar la relación de Lacan con la política), aunque, al menos a mi parecer, necesitan registrar con seriedad su radicalismo anti-utopista. Suponen una articulación entre el análisis político crítico y la teoría lacaniana que no está dada de antemano y puede establecerse de diversos modos, como ya veremos. Es así que –para dar sólo algunos ejemplos– Slavoj Zizek ha propuesto una “combinación explosiva del psicoanálisis lacaniano y la tradición marxista” con el objeto de “cuestionar los supuestos mismos del circuito del capital” (prefacio a la serie Wo es War, de Verso); Alain Badiou se ha reapropiado de Lacan en su radical “ética del acontecimiento”, y Laclau y Mouffe han señalado que “la teoría lacaniana aporta herramientas decisivas para la formulación de una teoría de la hegemonía”, por lo cual han incluido el psicoanálisis lacaniano en la lista de corrientes teóricas contemporáneas que a su parecer son “condiciones para entender la ampliación de las luchas sociales características del escenario actual de la política democrática y para formular una nueva perspectiva de izquierda en el marco de una democracia radical y plural” (Laclau y Mouffe, Hegemonía y estrategia social). De más está decir que los diversos autores en cuestión no usan la teoría lacaniana del mismo modo. En la obra de Zizek, por ejemplo, Lacan constituye una referencia constante y de primer orden, en tanto que para Laclau y Mouffe es una referencia entre muchas otras, si bien es cierto que ocupa un lugar cada vez más privilegiado. La izquierda tampoco es entendida de idéntica manera por estos teóricos. Por ejemplo, Laclau y Mouffe siguen pensando que la revolución democrática constituye el marco definitivo de la política de izquierda, en tanto que Zizek parece creer que la democracia es un significante que ha perdido toda relevancia política para la agenda política progresista, en especial a raíz de su asociación con el capitalismo globalizado y su instrumentación en la “guerra contra el terror”. Sin embargo, la mera posibilidad de formular estas diversas posiciones presupone el lento pero indudable afloramiento de un nuevo horizonte teórico-político: el amplio horizonte que he dado en denominar “la izquierda lacaniana”. No propongo esta expresión como una categorización exclusiva o restrictiva, sino como un significante capaz de dirigir nuestra atención al surgimiento de un nítido campo de intervenciones políticas y teóricas que explora con seriedad la relevancia del pensamiento lacaniano para la crítica de los órdenes hegemónicos contemporáneos. En el epicentro de este campo emergente cabría ubicar el respaldo entusiasta de Zizek a Lacan; junto a él –a una distancia que algunos calificarían de saludable– se sitúa la perspectiva de inspiración lacaniana que desarrollan Laclau y Mouffe; en la periferia –negociando un delicado ejercicio de malabarismo entre el exterior y el interior del campo, a menudo en calidad de sus “otros” o adversarios íntimos– tendríamos que ubicar el compromiso crítico de pensadores como Castoriadis y Butler.

ASC//asc

jueves, 9 de septiembre de 2010

LACAN Y LA TEORÍA POLÍTICA





Fragmento del libro Una izquierda lacaniana, de próxima aparición (Fondo de Cultura Económica)

PARTE 1 DE 3

A lo largo de los últimos diez o quince años, el psicoanálisis, y en especial la teoría lacaniana, ha pasado a ser uno de los recursos más importantes en el marco de la actual reorientación de la teoría política y el análisis crítico contemporáneos, circunstancia reconocida incluso en los foros más tradicionales de las ciencias políticas. Por ejemplo, en una reseña crítica publicada en British Journal of Politics and International Relations –una de las revistas de la Asociación de Estudios Políticos del Reino Unido–, que lleva el significativo título de “The Politics of Lack” (La política de la falta), se lee que “en los últimos tiempos se ha popularizado cada vez más entre los teóricos el abordaje de la política desde el psicoanálisis lacaniano (...). Sólo el liberalismo analítico supera en influencia a este enfoque de la teoría política”. El fenómeno en sí ya es sorprendente: nadie habría podido predecirlo hace diez años. Pero su característica más llamativa es el hecho de que los principales teóricos y filósofos políticos ligados a la izquierda recurran cada vez más a la obra de Jacques Lacan.

¿Por qué es tan asombrosa esta tendencia? Precisamente porque Lacan era un psicoanalista en ejercicio sin inclinaciones izquierdistas perceptibles de inmediato, y sin siquiera un interés expreso en la vida política. Ello no significa que fuera apolítico: hay cierto indudable radicalismo (antiutopista) en el pensamiento de Lacan, aunque sus connotaciones políticas han permanecido en gran medida implícitas. En el nivel teórico, por ejemplo, su crítica a la escuela estadounidense de la psicología del yo a veces se representa en términos cuasi políticos, puesto que implica el rechazo de una “sociedad en la cual los valores sedimentan según la escala del impuesto a las Ganancias” (Lacan, Televisión, 1990) y del “american way of life”. En el célebre discurso de Roma (1953), su primer manifiesto analítico, Lacan criticó explícitamente el capitalismo estadounidense y la sociedad opulenta, y más tarde asoció su definición de “plus de goce” a la noción marxiana de “plusvalía”, con lo cual puso en evidencia las operaciones del goce (jouissance) que tienen lugar en la base del sistema capitalista.(Si se desea consultar un análisis detallado de esta relación entre Lacan y Marx, véase El sublime objeto de la ideología, de Slavoj Zizek.)

Sin embargo, a semejanza de Freud, Lacan se mostraba muy escéptico en relación con la política revolucionaria. Paul Robinson, en La izquierda freudiana (ed. Granica, 1977), ha descrito a Freud como “antiutopista radical”, es decir, alguien cuya teoría y práctica, a pesar de su claro pesimismo histórico, se resiste a adaptarse al orden político establecido. La posición de Lacan no era muy diferente: el psicoanálisis subvierte las ortodoxias establecidas a la vez que descree de las fantasías utópicas, y este escepticismo es un sostén crucial de su eje verdaderamente subversivo.

También sabemos que Lacan tuvo algunas experiencias relacionadas con la cultura de protesta propia de su época. Por ejemplo, en una carta de agosto de 1960, dirigida a Donald Winnicott, dice de Laurence, la hija de su esposa, que “este año nos ha atormentado mucho (de lo cual estamos orgullosos), porque fue arrestada a causa de sus relaciones políticas”. Y agrega: “También tenemos un sobrino que vivió en casa como si fuera nuestro hijo cuando era estudiante, y ahora lo han sentenciado a dos años de prisión por su resistencia a la guerra de Argelia”. Durante las jornadas de mayo, Lacan acató la huelga de los docentes y suspendió su seminario; incluso conoció a Daniel Cohn-Bendit, uno de los líderes estudiantiles (véase Lacan. Esbozo de una vida. Historia de un sistema de pensamiento, de Elizabeth Roudinesco). De un modo u otro, su nombre se vinculó con los acontecimientos. No es sorprendente entonces que estallara una vez más el clima de mayo de 1968 cuando fue suspendido el seminario que Lacan impartía en la Ecole Normale (1969): los manifestantes ocuparon la dirección y finalmente fueron desalojados por policías armados.

Sin embargo, Lacan no tenía una relación sencilla con la izquierda. En 1969, por ejemplo, recibió una invitación para hablar en Vincennes, pero era evidente que su pensamiento y el de los estudiantes operaban en diferentes frecuencias. La conversación terminó así: “La aspiración revolucionaria no tiene sino un problema concebible, siempre: el discurso del amo. Eso es lo que ha demostrado la experiencia. Como revolucionarios, ustedes aspiran a un amo. Y lo tendrán... porque son los ilotas de este régimen. ¿Tampoco saben qué significa eso? Este régimen los pone en exhibición; dice: ‘Mírenlos coger...’