PENSANDO Y ACTUANDO

EL ABISMO QUE SEPARA EL LADO DE OPINAR FRENTE AL DE ACTUAR MUCHAS VECES ES INMESURABLE, LA UNICA MANERA QUE PODEMOS REDUCIR DICHA DISTANCIA ES...

viernes, 23 de marzo de 2012

EL CÁLIDO ALIENTO DE TU ALMA

Mientras intentabas tibiar tus manos del inclemente frio, tu alma exhalaba, mientras la lluvia dejaba caer su llanto sobre la tierra, tu alma despertaba, el aire corría, lo mirabas por tu ventana empañada, y tu alma irradiaba.

Te detuviste como varios instantes, la lluvia no cesaba, tus manos frías, nada las tibiaba, sonreíste, tus ojos también, ojos inundados de ese turquesa profundo, a través de tus ojos, tu alma emanaba, un aliento cálido, sutilmente cálido.

Calor, intenso, pasión desmedida, profunda ternura, tu alma detenida en el inframundo de la desterrada ironía, tu alama, vibrante, desempañaba la ventana que el frío golpeaba, tu pasión deshelaba la intensidad que afuera azotaba contra el viento.

De tanto exhalar ¿dejaste a caso el alma en tus manos? Sin duda así parece, ya que lo que palpas con el sentido táctil, deja tu huella, tu aroma y tu calidez.

El cálido aliento de tu alma es como ese diván donde confiesa mi inconsciente; el cálido aliento de tu alma afirma los pies sobre la tierra, el cálido aliento de tu alma me confiesa tus amores.

Los huesos siguen temblorosos un ritmo friolento, tus manos trémulas disminuyen su tibieza una vez más, manos que siempre se rebelan contra las inclemencias adversas del clima foráneo, con su temblor implorar el cálido aliento de tu alma, ese mismo clamor que surge cuando el corazón a la distancia no te ha sentido, no te ha palpado, te extraña a través del tiempo, tiempo que es tan sólo el puente tembloroso a tu eternidad, eternidad es la que ha esperado el universo por percibir el cálido y dulce aliento de tu alma.

El cálido aliento de tu alma resucita el tieso busto de mármol, transformándolo en viveza, en personaje intenso de movimientos y ademanes. La calidez de tu aliento recorre las distancias, los prados, y las aguas enturbiadas, es el soplo de vida que da génesis, resurrección evidente, andante y exuberante.

La inteligencia se desvanece, el orgullo cabalga huyendo con rumbo desconocido ante la dulce invasión de tu alma tierna, el frio desaparece, el autoconocimiento como arte y ciencia se reinventa y pregunta ¿quién soy yo? El cálido y apacible aliento de tu alma han convertido mi mente y cuerpo en recintos enjaulados de tu fantasía, devolviéndolos a ser simple polvo y arena, fundidos con el rocío de la mañana tomando forma de barro, al cual pertenecían como formas abyectas al pecado original, al caos germinal, pecado que abunda en cualquier vagabundo intrusivo que no ha tenido por gracia apreciar las maravillas de tu alma, alma rampante, intensa de colores vivos, que apaga el fuego y reanima el frio, que es cálido y al mismo tiempo tibio, pecado es no comprender el deleite de tu alama, desear ser barro, alma y cuerpo en polvo, para recibir tu aliento, ser reinventado y reconstruido, con tu sensual aroma, tu suave rocío; desear infinitamente devolverme al suelo, ser vasija constante entre tus manos, recibiendo el impulso a la eternidad, eternidad proveniente del oxigeno aperlado de tu alma, eternamente ser alabastro que contiene la dulzura de tu soplo, de tu aliento, de tu alama aromática, devolverme por enésima vez a los orígenes para encontrar en tu aliento mi finalidad.

Arte, consecuencia de tu aliento, ternura provocada por tu alama, fuente desbordante de dulzura, alama en vuelo; descontento estoy por no percibir, aunque sea por una centésima de la eternidad la calidez de tu alma, la brisa de este tardío invierno me congela, tu cálidas manos que transmiten tu ternura, a distancia se encuentran, incompleto, desterrado del paraíso, del origen perfecto, sin tu cálido encuentro, de ese faro y viento del norte que impulsan las velas de mi endeble barcaza, luna que pinta el camino de plata sobe el oleaje del océano, es tu voz de arcángel, cálida como tu alma, la que hipnotiza mi razón, desmitificando el terror y el miedo, música y canción, esa es la calidez de tu alma.

Terso el verso que se asume como cielo abierto, estrellas que bailan en el vasto cóncavo infinito, tu convexo tibio aliento llega hasta lo más obscuro, iluminándolo todo. No hay prosa que te iguale ni rima que te sigua, las pinturas de la antigua Florencia queda minimizada a las cenizas comparadas con tu alegría. El averno se ha esforzado por menguar tu calidez, pero tú, en un solo soplo, congelas el abismo, reinventas el paraíso y renombras lo inefable.

El cálido aliento de tu alma la vista le ha devuelto al ciego, ha pintado la nueva gama de tonalidades en el arcoíris, la fuente de la eterna juventud he descubierto, fortuna mía, el sol más cercano en tu boca, calienta los polos más alejados, más inhóspitos. ¡Dios mío! que has creado tan imponente maravilla, Nietzsche que te había matado, el cálido aliento de tu alama ha vuelto a resucitar al creador mismo, resurrección instantánea de cualquier alma que se atraviesa en tu camino.

¿Quién ha creado ese dédalo de incertidumbre, ese templo de presunción, ese cántaro de pecados, ese campo sembrado de arterías, esa puerta al Averno, ese cesto desbordante de astucia, ese veneno que se asemeja a la miel, alas angelinas, esa aromático que da color al rosal, esa cadena que sujeta a los mortales en la tierra: el cálido aliento de tu alma?

Incompletas se encuentran las colecciones extravagantes del Gog de Papini; Verne viajó mil millas en submarino, las travesía de Colón a las nuevas indias sin sentido; genealogía de la moral buscando más allá del bien y del mal; ambos demonios que habitan en Zorba el griego; el shock del enfrentamiento al futuro en las predicciones de Toffler, las intensas e infernales notas de Tartini... sin dudarlo, toda obra creada, toda viaje imaginado, toda música escrita en ésta tierra tienen como meta y origen el cálido aliento de tu alama, que les pinta un horizonte promisorio, las sirenas cantan impulsadas por tu radiante suspirar, los marineros se pierden en tu búsqueda, ¡bendito de mí! que tuve la fortuna de verme impulsado por tu intensidad, tu marea de intensidad, tu mirada de intensidad, intempestivas fantasía, reluciente melodía que habita en mis memorias, memorias que me hacen soñar en el rencuentro eterno del cálido aliento de tu alma...

ASC/tardío invierno del 2012

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusto mucho :) en verdad disfruto leerte