PENSANDO Y ACTUANDO

EL ABISMO QUE SEPARA EL LADO DE OPINAR FRENTE AL DE ACTUAR MUCHAS VECES ES INMESURABLE, LA UNICA MANERA QUE PODEMOS REDUCIR DICHA DISTANCIA ES...

sábado, 17 de diciembre de 2011

DECÁLOGO CON MULETAS


Caminando por la sinuosa red, encontré este "decálogo", muy acorde para la profesión.

Gustavo Valle (Venezuela-Argentina)

Como ya tengo cuarenta y cuatro años, dos hernias discales, casado en segundas nupcias, un hijo y algunos papeles publicados, he decidido compartir este decálogo cojo que me acompaña a todas partes.

  1. Antes de sentarte a escribir barre la casa y riega las plantas. Puedes comenzar a hacerlo incluso antes de desayunar o antes de tomar tu primera copa, pero nunca antes de barrer la casa y regar las plantas.
  2. Utiliza una silla poco confortable. Nada de productos ergonómicos, diseños italianos o artefactos reclinables. Procúrate siempre alguna incomodidad. Un cuerpo cómodo escribe cosas cómodas.
  3. Cuando escribas narrativa lee poesía, cuando escribas poesía lee narrativa. Cuando no escribas nada camina. Caminar es el deporte de los escritores.
  4. Nunca corrijas demasiado. ¿Cuánto es demasiado? No importa, continúa, corrige. Pero corregir no es quitar o pulir, es encontrar algo. Corregir no es asunto de costureros sino de detectives.
  5. Si escribes sobre la ciudad haz como si fuera el campo, si escribes sobre el campo haz como si fuera la ciudad. Si escribes libros comprometidos haz como si fueran libros despreocupados. Cuando no escribas nada camina, haz deporte.
  6. Lee sólo lo necesario y escribe sólo lo imprescindible. Lo que traducido al aberrante idioma de los escritores quiere decir: lee todo lo que puedas y escribe sin parar.
  7. Nunca digas qué estás escribiendo. Nunca digas que vas a publicar un libro. Tampoco digas lo contrario. Para eso están las redes sociales. Hazte siempre esta pregunta: “¿Por qué diablos hago esto?”. Renueva cada año tu respuesta. De ser posible cada mes. Esto desarrollará tus músculos más que el deporte.
  8. Huye de la verdad como de la peste. La verdad es la sarna de tu libro. Ama la mentira. A ella te debes. A ella te consagras.
  9. Miente, miente siempre.

No hay comentarios.: